Los menores son el activo de nuestro futuro. Como tal, nuestro objetivo es que éstos tengan el mayor bienestar psicológico y emocional posible. La psicología infanto-juvenil se encarga de abordar los diferentes problemas psicológicos o psicopedagógicos que pueden surgir a los menores en los diferentes momentos del desarrollo.

A lo largo del desarrollo de niños y adolescentes, los padres y educadores se encuentran con multitud de dificultades, dudas y problemas. Gran parte de ellos son problemas o hitos evolutivos que cada familia puede solventar sin ayuda profesional. Sin embargo, si esos problemas persisten en el tiempo, generando malestar en el niño e interfiriendo de forma negativa a nivel familiar, social y escolar, se hace necesaria la búsqueda de ayuda profesional.
Podemos atenderte de manera ONLINE o PRESENCIAL.
Estas son algunas de las áreas en las que te podemos ayudar:
- Problemas de conducta (desobediencia,
rabietas, conductas agresivas)
- Trastornos de ansiedad
- Depresión y déficit de autoestima
- Problemas escolares y de rendimiento académico
- Miedo a la oscuridad y problemas a la hora de dormir
- Problemas con el control de esfínteres
- Celos infantiles
- Habilidades sociales.
- Duelos.
- Alteraciones del sueño.
- Terapia familiar.
- Terapia de Pareja.
- Orientación laboral
- Etc.
Nuestro objetivo como psicólogos infanto-juveniles es ofrecer una atención integral al niño y adolescente y a su familia. Teniendo en cuenta todos los contextos que influyen en ellos (escolar, social, familiar…). Se trata de asesorar y guiar a los padres en todas las dificultades y dudas que puedan surgirles. De esta manera, poder diseñar e iniciar un tratamiento psicológico adaptado a cada menor.
Nuestra intervención como psicólogos infantiles consta de unas sesiones iniciales en las que, mediante entrevistas y pruebas, se realizará una evaluación del problema que existe y de los factores causales y mantenedores de éste para establecer un plan de intervención adaptado a cada caso. Una vez finalizada la evaluación, se explicará a los padres si el niño presenta un problema que requiera intervención psicológica o no. Si fuese necesario realizar intervención con el menor, se explicará a los padres cuáles van a ser los objetivos y el plan de trabajo a seguir.
En ocasiones, el menor no precisa intervención psicológica pero presenta determinadas conductas ante las que los padres no saben cómo actuar o manejar y puede ser conveniente realizar algunas sesiones para proporcionarles pautas de actuación.
