Este pasado lunes 4 de junio, con motivo del día de la familia celebrado el pasado 15 de Mayo tuvo lugar en las instalaciones de la Cruz Roja de la provincia de alicante el seminario sobre “El impacto del trauma en el neurodesarrollo infantil. Aspectos clínicos y terapéuticos.” de la mano del Dr. Jorge Barudy neuropsiquiatra, psiquiatra infantil y terapeuta familiar de gran prestigio. Reconocido en el mundo como eminencia en maltrato infantil.
Los buenos tratos en la infancia
Durante el seminario pudimos escuchar al doctor Barudy explicar en base a las últimas investigaciones, cómo el maltrato, el abuso y la negligencia durante la infancia, (el trauma infantil) genera problemas en las estructuras cerebrales que, en ese momento, están en pleno desarrollo. Estos sucesos en la infancia dejan una huella perdurable que afecta a las estructuras cerebrales relacionadas con las emociones, con la empatía o con la toma de decisiones. Es decir, provoca en el niño o niña (y futuro adulto) serias dificultades en su regulación emocional. Problemas para desarrollar la empatía y déficits a la hora de controlar los impulsos. Aquí os dejo un pequeño ejemplo de sus palabras.
También comentó el doctor, muy acertadamente, cómo madres traumatizadas durante su infancia son especialmente vulnerables a la hora de la crianza de sus propios hijos. Éstas necesitan, con mayor insistencia, ayuda y apoyo por parte de los profesionales para encaminar sus cuidados hacia los “buenas prácticas parentales”.
Barudy hizo mucho hincapié en educar en los “buenos tratos infantiles” que implican tanto el cuidado de las necesidades básicas del menor, como el respeto de niño o niña como sujeto de derechos fundamentales, el afecto a través del contacto físico y el cariño, la estimulación para ayudarle a descubrir su entorno, la socialización. Pero también el “no” como forma de protección y de educación, como forma de poner límites que dan seguridad al menor. Este no cariñoso, bien modulado, implica una frustración necesaria para el correcto neurodesarrollo del autocontrol en los niños y niñas.
En resumen, fue un placer escuchar a un sabio en la materia, que después del seminario de Luigi Cancrini en Bilbao, me convence (que no es que hiciera falta) aún más, de la necesidad de la prevención desde la infancia de los trastornos en los futuros adultos. Esto me lleva a querer continuar con mi trabajo con familias y padres para desarrollar competencias parentales que busquen el mejor desarrollo del menor.
Como final unas palabras que descubrí hace poco, pero que hemos convertido en uno de nuestros eslogan de trabajo en Lucentum Psicología;
“Es más fácil construir niños fuertes que reparar hombres rotos”.
Frederick Douglas.
Irene López Romero
CV11092