En el post de hoy, vamos a desarrollar en qué consisten los informes periciales en el ámbito de la familia, tal y como anunciamos en las entradas anteriores La psicología forense I y II.
Los psicólogos forenses nos encontramos con que, gran parte de la demanda de informes periciales, tanto privados como de oficio -desde los juzgados-, conciernen de una u otra manera a la familia.
Como es obvio, estos informes se dan en casos en los que los progenitores no son capaces por ellos mismos de llegar a un acuerdo con respecto a la organización familiar post ruptura. En estos casos, deberá ser impuesto por un tribunal. El tribunal, y los profesionales colaboradores de los mismos, se rigen por el principio de beneficio del menor. Es decir, siempre buscamos la solución que favorezca lo máximo posible a los menores implicados.
La custodia.
Aunque el objetivo del informe puede variar mucho, gira alrededor de la la problemática de cómo regir las relaciones entre menores y adultos. Por lo general, se trata de determinar las competencias parentales de los progenitores y/o de evaluar el sistema familiar en su conjunto. De esta manera, determinar qué régimen de guarda y custodia, así como qué sistema de relaciones es el más adecuado de los menores con sus progenitores.
El psicólogo forense realiza una evaluación psicológica amplia de todos los miembros del sistema familiar, así como, una serie de variables que pueden influir en el bienestar de los menores. Por ejemplo el contexto social, económico y cultural de los progenitores, antecedentes de violencia, las relaciones sociales y familiares, las vinculaciones afectivas entre los menores y los progenitores, etc.
Los psicólogos forenses en base a toda esa información tomada en conjunto damos respuesta a la cuestión o cuestiones planteadas y establecemos una propuesta de convivencia que, insistimos, favorezca a los menores por encima de los intereses de los progenitores.
Sergio Atienza Valiente
CV11076
