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La plataforma Netflix nos acerca a la vida de una psicóloga forense desde la serie de seis capítulos, La Cúpula de Cristal. Esta profesional, que ha tenido problemas en la infancia, ayuda a la búsqueda de la hija de una amiga cercana. Esta serie ayuda a acercarnos a la psicología del trauma y de cómo se siente cuando se reflejan situaciones que se pueden haber vivido.

¿Cómo es la vida de un/a profesional de la Psicología Forense?

Nuestra rama es la que menos profesionales de la Psicología realizan, la mayoría de los psicólogos se forman en la parte más terapéutica. Ello implica que dan tratamiento psicológico a todas las personas que necesitan ayuda desde la parte más asistencial.
Pero entonces, ¿qué hacemos nosotros?:

1.Nuestro trabajo principal es evaluar a personas que tienen problemas relacionados con el ámbito judicial.

Esto puede ser una custodia de menores, agresiones sexuales, violencia de género, mobbing, negligencias médicas… lo traducimos en: nos pasamos la vida en el Juzgado, acudiendo a juicios. Como nos suelen decir…” todo el día estáis viendo cosas oscuras y feas”. Nuestra respuesta siempre es: intentamos aportar algo bueno a estas situaciones y, además, nos encanta. Eso de tener en la mesa 500 folios de documentación para leer y buscar en cada línea algo que nos pueda ayudar, nos genera más satisfacción que ganar el Euromillones (bueno, a lo mejor si lo ganamos, cambiamos de opinión. La psicóloga que escribe esto ya os dice que no).

2.Estamos formándonos continuamente en Psicología y en Derecho.

Curso para arriba, curso para abajo. Es bastante habitual que tengamos este diálogo con familiares y amigos:

  • ¿Te vienes a dar una vuelta? No puedo, tengo curso.
  • Este finde nos vamos a ir a una casa rural, ¿te apuntas? Iré cuando acabe el curso. Porque siempre son en fin de semana.
3.Los psicólogos también vamos al psicólogo/a

y, en esta rama, no está de más visitarlo alguna vez. Al final, vemos muchas cosas que nos pueden afectar en el día a día. A veces nos pasa con los niños y situaciones que puedan estar viviendo. Nosotros, aunque a veces no lo parezca, somos humanos también.

4.Nuestra rama.

Desde que hay series de Netflix y mucho antes, genera mucha curiosidad. Las personas que nos rodean o las nuevas que podemos conocer se interesan por saber qué hacemos. A veces nos rodea un halo de misterio que nosotros ni somos conscientes pero que a las personas que saben de nuestra profesión, les causa simpatía.

5.Tenemos un humor peculiar, tirando a negro.

Podemos gastar bromas que tengan que ver con nuestra profesión, pero, en ningún momento, tienen carga hiriente y siempre se comentan entre compañeros. Al final es como en cada profesión, los psicólogos también necesitamos la catarsis.

6.Sí, vamos por la calle mirando a las personas y viendo sus conductas (esto lo hacen también otros psicólogos).

Eso sí, aún no tenemos la capacidad de ver a alguien y, a los cinco segundos, decir que es psicópata o narcisista, eso lo dejamos para Tik-Tok, a nosotros nos cuesta más.

7.Nuestro mejor amigo es el ordenador.

De ahí salen nuestros informes, si empieza a fallar nos entran los sudores fríos y claro, ¿cuándo va a pasar? cuando más trabajo hay. Es la “ley de Murphy”.

Nos puedes encontrar en Lucentum Psicología

Desde nuestro gabinete podemos ayudarte a encontrar paz y bienestar mental si es lo que ahora deseas y, a la vez, también te ofrecemos la opción de hablar con nuestra psicóloga forense si tienes problemas con Justicia. En este gabinete servimos para todo 😉

Tamara Peral Rodrígez

CV10891

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